Los diferentes tipos de mordida

Los dientes y la estructura ósea son los cimientos de la boca y los tejidos circundantes. Cuando el marco no está correctamente alineado, se produce una maloclusión o mordida incorrecta. Las consecuencias son estéticas de gran importancia, y los efectos son desde dolor de cabeza, audición deficiente o trastornos digestivos afectando a la salud general. Existen diferentes tipos de mordidas y, afortunadamente, la odontología moderna ofrece numerosos métodos para tratar cada una de ellas.

¿Cuántos tipos de maloclusiones hay?

Las maloclusiones pueden dividirse en varios modelos y a su vez pueden combinarse entre ellas. Podemos clasificarlas en :

-CLASE I :significa que el canino inferior muerde (3-4mm)por delante del canino superior,  esta es la mordida correcta donde engranan los dientes a la perfección como si fueran una cremallera. (un diente de arriba muerde sobre dos dientes de abajo

-CLASE II : la mandíbula muerde más atrás de donde tiene que morder. El canino inferior no está 3mm por delante de la superior, está justo por debajo o muy por detrás, es cuando tenemos una clase II. Depende de la edad y otras características del paciente se puede corregir con brackets, avance mandibular ortopédico, extracciones o cirugía ortognática. En este tipo de mordida no encajan como una cremallera los dientes superiores con los inferiores, aquí la mordida es inestable y traumática.

-CLASE III es cuando la mandíbula muerde más adelante de donde tiene que morder. El canino inferior está a más de 3mm por delante de la superior. Al igual que la mordida tipo II depende de la edad y se puede solucionar bien vía brackets o con cirugía.

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SOBREMORDIDA: es uno de los problemas que más afecta a la estética facial del paciente. Se trata de una superposición casi completa de los dientes anteriores superiores sobre los dientes frontales inferiores. De hecho, los márgenes de los dientes inferiores incluso pueden llegar a tocar la encía del paladar superior. El tratamiento de referencia es la ortodoncia, que también puede considerarse junto a la cirugía ortognática dependiendo de la gravedad de cada caso. El objetivo del tratamiento es conseguir el retroceso de los dientes anteriores y el avance de los posteriores además de una combinación de ambos. Los resultados dependerán de las características faciales y el crecimiento, así como del alcance de la mordida profunda. Las ventajas del tratamiento serán no sólo corregir la sobremordida sino permitir una solución duradera, prevenir daños en la ATM así como un desgaste excesivo. A tener en cuenta que la duración puede comprender desde los 6 a 24 meses y la obligación usual de retenedores.

– MORDIDA CERRADA: desgaste de los dientes como un efecto natural propio del envejecimiento provocando una mordida cerrada que en el tiempo puede ocasionar un problema grave. Un desgaste excesivo de los dientes puede causar en el tejido facial inferior un desgaste,  haciendo parecer a la persona mayor y desdentada. El tratamiento para corregirla son las coronas dentales o carillas aunque antes debe de accederse a un tratamiento de ortodoncia. Cuando es el caso en que se debe reposicionar la mandíbula deberemos acudir la cirugía ortognática

– MORDIDA CRUZADA: Los dientes inferiores se superponen sobre los dientes superiores. Cabe destacar que la mordida cruzada en los dientes anteriores hace que la barbilla sobresalga. El tratamiento más indicado es la ortodoncia aunque si es severa, puede requerirse la cirugía ortognática de forma complementaria a la ortodoncia.

– PROTRUSIÓN: o “dientes de conejo”, puede arruinar una sonrisa perfecta. En los casos más severos, la protrusión puede incluso provocar deformaciones faciales e incapacidad para cerrar los labios. Como en el resto de mordidas, la ortodoncia, combinada con cirugía ortognática en los casos más severos es el tratamiento más indicado.

-MORDIDA ABIERTA: los dientes superiores e inferiores no logran unirse debido al contacto entre los dientes posteriores. Puede estar causada por factores hereditarios o determinados hábitos.  Los síntomas son la dificultad a la hora de morder con los dientes anteriores, la protrusión del labio superior que dificulta a los pacientes cerrar los labios sin tener que forzarlos. El tratamiento indicado es la ortodoncia combinada con cirugía ortognática en algunos casos. Sus ventajas son la mejora de la masticación del paciente y la posición de los labios y su estética teniendo en cuenta el tiempo de duración así como la utilización de un retenedor.

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