Índice de Contenidos
Todos sabemos que la alimentación juega un papel esencial para unos dientes y encías sanos: la vitamina D, A, B y C, además de otros minerales. Pero en este artículo vamos a pararnos en un elemento imprescindible en la formación de los dientes: el calcio, y desde Clínica Dental Herrera queremos pensar en aquellos pacientes que vienen a la consulta preocupados en su intolerancia a la lactosa.
La principal fuente de calcio está en la leche y en los derivados de los lácteos, pero hay muchos alimentos de los que podemos disfrutar en verano, como las sardinas y los boquerones.
Se recomienda una cantidad media de 1.000 mg de calcio al día en adultos.
El calcio para la formación de los dientes y los huesos
El calcio (Ca) es el macromineral más abundante en nuestro cuerpo, y por lo tanto es esencial para la formación de nuestro esqueleto. Cumple una importante función estructural en nuestro organismo al ser parte integrante de huesos y dientes; aunque para la fijación del calcio en el sistema óseo es necesaria la presencia de Vitamina D, además de otras vitaminas y minerales.
Si no se ingiere una cantidad suficiente de calcio, el organismo se ve obligado a extraerlo de los huesos, y cuando esto sucede pueden aparecer la aparición de la osteoporosis y la enfermedad periodontal. ¿ Sabías que el hueso que acusa antes la no aparición de calcio es el de la mandíbula?. Es por ello que el diente puede aumentar su movilidad. Por este motivo es importante aumentar el consumo de calcio en personas que sufren enfermedades periodontales ( además de en niños, embarazadas y en edades avanzadas).
Dientes fuertes sin lactosa: Algunos alimentos ricos en calcio
Desde Clínica Dental Herrera os recomendamos unos buenos espetos de sardinas en Torre del Mar, pero aquí van otras alternativas para que tus dientes estén fuertes y sanos si necesidad de tener que consumir leche o derivados:
- Pescados y mariscos ( sardinas, boquerones, conservas de pescado, salazones, calamares, langostinos, almejas, mejillones, etc.).
- Leche de Soja ( existen otros tipos de leches especiales para los intolerantes a la lactosa).
- Naranjas ( en zumo o enteras).
- Legumbres ( alubias, soja, garbanzos, lentejas, avena, sésamo, quinoa, etc.).
- Frutos secos ( almendras, avellanas, pistachos y nueces. También las pasas, ciruelas y dátiles).
- Verduras ( col rizada, repollo, brócoli, berros, acelgas, espinacas y lechugas).
- Tofu con calcio añadido.